Tras su estado de letargo, Concienciándote vuelve. Lamentablemente, durante estos meses la actividad de este blog ha sido nula, pues la vida universitaria primero, y la laboral después, me han impedido dedicarle el tiempo que se merece. Sin embargo, es mi intención volver a publicar, y si puede ser, con un poquito más de regularidad que antes.
Nos vemos por aquí 😉
Hoy es un día muy especial: ¡cumplimos quince posts! Ah, claro, sí… y es 24 de diciembre, Nochebuena. Sí, también es especial por eso, claro (aunque no tanto como lo otro).
Y aunque lo primero (lo de los quince posts) es digno de celebración e invita a la admiración, la costumbre de hacer un post felicitando la Navidad me puede. De modo que… ¡feliz Navidad!
Pese a que este es un blog demasiado joven, pese a que mi experiencia en esto es mínima y pese a que – degraciadamente – no tengo la capacidad de adivinar el futuro, me da a mí que esta no será la última vez que os felicite por Navidad, sino la primera de muchas. Es maravilloso ver cómo no soy el único enamorado de la publicidad concienciadora, es maravilloso tener esa sensación de que lo que cuentas puede interesante, puede ser de utilidad para alguien.
Por todo eso, gracias a todos (por pocos que seáis) por seguir Concienciándote.
Soy un joven (20 años solamente) estudiante de Publicidad y Marketing. Pese a que resido en Madrid, mi verdadera tierra se encuentra un poco más hacia el sur, en Ciudad Real.
Aunque soy nuevo en esto de escribir un blog, no ocurre lo mismo en lo que a seguirlos se refiere. Llevo varios años en ello, pero vaya, hasta ahora no se me había ocurrido que también podía haber un lugar para mí en la blogosfera.
Si por algo me he decidido a crear este modesto blog es porque creo que no soy el único apasionado de esa rama de la publicidad que es la publicidad concienciadora. Llamadme romántico, pero creo firmemente en la eficacia de ese tipo de anuncios, creo firmemente que 20 segundos de spot, que unos cuantos billboards en las marquesinas o que el escuchar una cuña de radio cuando vas en el coche puede (y esto es lo más importante) hacer que te pares a pensar sobre el tema del que te están hablando. Por supuesto, no son la panacea: ni harán que el número de fallcidos en accidentes de tráfico se reduzca a cero, ni acabarán con la destrucción del Amazonas, ni harán desaparecer la violencia machista. Pero mientras haya una sola persona que capte el mensaje, que se dé cuenta del problema a tratar, que se pare a pensar, creo que habrá merecido la pena.
Y tras este aburrido y subjetivo manifiesto sobre la publicidad concienciadora, presento este blog, un homenaje a aquello que conocemos como publicidad concienciadora, la publicidad que te hará pensar.
Concienciándote 